El impuesto de sociedades es el tipo de tributo que grava las rentas obtenidas por empresas o personas jurídicas. Para su cálculo se requieren conocimientos contables avanzados, siendo parte de ellos requeridos para saber aplicar correctamente los gastos deducibles en el impuesto de sociedades, con el objetivo de reducir el tipo efectivo que grava a las empresas.
Este proceso es fundamental para determinar el balance de una empresa, ya que de él dependerá la base imponible sobre la que se aplicará el impuesto. O, dicho de otro modo, la aplicación de los gastos deducibles afectará directamente a la cuantía a pagar en concepto de impuesto de sociedades.
En el artículo de hoy te mostraremos qué gastos podrás deducir en el impuesto de sociedades para conseguir reducir la carga fiscal de tu negocio y aumentar su rentabilidad. Pero antes analicemos el sentido de estas deducciones.
¿Por qué existen gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades?
Como indicamos al comienzo, el Impuesto de Sociedades grava a las rentas o beneficios obtenidos por las personas jurídicas en España (sociedades, asociaciones y fundaciones). Y del mismo modo que sucede al realizar la declaración de la renta de los autónomos, se entiende que para el desarrollo de su actividad se deben incurrir en una serie de gastos e inversiones.
Por ello, las leyes y normas contables establecen que los gastos e inversiones en los que incurran las empresas, y que afectan a los beneficios contables, se podrán descontar de la base imponible.
Además, se establecen deducciones en determinados gastos, como la inversión y la innovación, con el objetivo de incentivar actividades que aumenten la competitividad de las empresas.
Entraremos en detalle más adelante. Ahora veamos qué requisitos deben cumplir los gastos para ser deducibles del impuesto de sociedades.
Requisitos para que un gasto sea deducible:
- Aparecer contablemente en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio, o en la cuenta de reservas en caso que lo marque la norma contable.
- Estar justificados a través de un documento legal que lo acredite. Este podrá tener forma de factura completa, factura simplificada (ticket o recibo), nómina, escritura, etc.
- La imputación de los ingresos y los gastos se hará en el periodo en el que se devenguen. El principio de devengo establece que el hecho imponible no tendrá relación con el desembolso o ingreso efectivo, sino en el momento en que ocurre el hecho económico que lo genera. Por ejemplo, cuando se emite una factura, no cuando se cobra.
- Darse una correlación con los ingresos al haberse realizado en el desarrollo de la actividad de negocio de la empresa.
Gastos no deducibles en el impuesto de sociedades
Una vez hemos analizado los requisitos que deben cumplir los gastos para ser deducibles, veamos los gastos no deducibles del impuesto de sociedades:
- Retribuciones a los fondos propios de la sociedad: dividendos, fondos de pensiones, primas de asistencia a juntas, etc.
- Gastos imputables al propio Impuesto de Sociedades.
- Multas y sanciones.
- Dotaciones a provisiones y amortizaciones por encima del límite legal.
- Donativos y liberalidades. Con excepción de todos aquellos correlacionados con los ingresos de la empresa (promociones, publicidad, personal, etc.).
- Operaciones en paraísos fiscales.
Gastos deducibles en el impuesto de sociedades
Después de todo este repaso queda claro que los gastos deducibles será aquellos que cumplan los requisitos determinados por la ley del impuesto de sociedades, con excepción de los mencionados en el punto anterior.
Por lo tanto, los gastos deducibles del impuesto de sociedades se agrupan a los siguientes puntos:
- Deducciones por incentivos a la inversión.
- Deducciones por actividades de investigación, desarrollo e innovación Tecnológica (I+D+I).
- Deducciones por gastos de formación profesional.
- Deducciones por conservación y mejora del medio ambiente.
- Deducciones por inversión en edición de libros, producciones cinematográficas y Bienes de Interés Cultural.
- Deducciones por creación de empleo y para trabajadores con discapacidad.
- Todos los gastos derivados de la promoción de la empresa, relación con clientes o proveedores, así como los que se realicen con arreglo a los usos y costumbres de su actividad comercial.
Conclusiones
La aplicación correcta de los gastos deducibles en el impuesto de sociedades es fundamental para conseguir un balance fiscal positivo para la empresa. Sin embargo, estos deben realizarse por asesores fiscales y contables con experiencia, ya que siempre se deberá cumplir los criterios marcados en la ley.